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Kinect, el sensor que revolucionó los videojuegos

Por , el lunes, 24 de enero de 2011 |

Desde el comienzo de la era de los juegos de video, siempre se daba por hecho el uso de un mando para controlar a los personajes que salían en la pantalla. La mente solo concebía una cosa al hablar de videojuegos: un chico sentado con el mando en sus manos y mirando atentamente al monitor.
Con la salida de la Nintendo Wii todo fue un boom al ver como se podía interactuar con los personajes del juego mediante movimientos hechos por el usuario. Encestar un balón, disparar o maniobrar una bicicleta era verdaderamente divertido, siempre con el Wiimote en la mano con el debido cuidado para no hacerlo caer. Definitivamente ya no era igual que tan sólo usar un controlador e ir presionando botones.
Pero el desarrollo en el mundo gamer no quedaría ahí. Microsoft trabajaría en lo que sería su producto estrella y una referencia en cuanto a los juegos de video. Así es como nace Kinect, un periférico capaz de insertar de lleno en la escena del juego al usuario. Ya no sería imprescindible el uso de un mando y bastaría sencillamente con mover nuestros brazos o piernas para desenvolvernos en el juego.
La idea cerrada que siempre tuvimos acerca del uso de un controlador para jugar en la consola quedaría desplazada por la imaginación y la creatividad que probablemente no vino de microsoft, pero que sin duda lo catapultó hacia la cima en este campo.
Perdón, no solamente en este campo. Apenas se puso a la venta, los más geeks ya trabajaban en el software necesario para hacerlo funcionar en distintas plataformas. Decenas de hacks ya circulan en la red para aprovecharse de las características tan potentes de este sensor y fusionarlo con robots y otras aplicaciones.
Todo ello descrito por un par de palabras que vienen a mi mente: romper esquemas. El paradigma de disfrutar de un juego siempre en base a botones o joysticks quedó en el pasado. La era Kinect ha llegado y con ello un nuevo episodio en el campo de los juegos de video.
Probablemente muchos piensen que es un sensor con cuestiones por pulir, pero nadie puede negar que ha tenido un enorme éxito, de tal forma que ni siquiera Microsoft había esperado las cifras de venta que está alcanzando con su periférico de la Xbox 360.
Tan sólo es cuestión de tiempo para que las mejoras y actualizaciones empiecen a fluir y en futuro no muy lejano, la llegada de un, aún más potente Kinect 2.